
Con el fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, a los 88 años, la Iglesia Católica entra en una etapa decisiva marcada por tensiones internas y expectativas globales. Mientras el Vaticano se alista para un nuevo cónclave con 133 cardenales electores, se abren especulaciones sobre el perfil del sucesor, desde figuras moderadas como Pietro Parolin hasta candidatos progresistas como Matteo Zuppi y Luis Antonio Tagle, o conservadores como Raymond Leo Burke. La atención también recae en nombres como Peter Turkson, quien, de ser elegido, sería el primer Papa africano, y cuya posible elección revive profecías atribuidas a Nostradamus y San Malaquías, que anuncian un “Papa negro” como preludio del Juicio Final. Aunque estas visiones son interpretadas de formas diversas, el impacto del pontificado de Francisco —que promovió una Iglesia más inclusiva y descentralizada— sitúa a su sucesor ante un desafío histórico: continuar su legado reformista o dar un giro hacia visiones más tradicionales. En medio del duelo y la incertidumbre, el mundo espera el humo blanco que anunciará al nuevo líder espiritual desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
El Papa Francisco falleció a las 7:35, hora de Roma, del 21 de abril, lunes de Pascua, en su residencia de la Casa Santa Marta en el Vaticano, según indica la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El Pontífice, de 88 años, estuvo al frente de la Iglesia Católica durante más de 12 años.
El funeral del Papa Francisco será el sábado 26 de abril a las 10:00 a.m. en la Plaza de San Pedro.
