El secreto de los tacos al pastor: cómo preparar la salsa que los hace irresistibles
Esta receta ancestral fusiona tradición, sabor y nutrición para deleitar a los paladares más exigentes.

Pocos platillos representan tan bien el mestizaje culinario de México como los tacos al pastor, cuyo sabor y aroma conquistan a locales y visitantes por igual. Su origen se remonta a la adaptación mexicana del shawarma libanés en el siglo XX, cuando taqueros de Puebla y la Ciudad de México sustituyeron el cordero por carne de cerdo y crearon un adobo único, a base de chiles secos, achiote, jugo de piña, vinagre, ajo, cebolla y especias como comino, orégano, tomillo, clavo y pimienta. Esta mezcla se licúa hasta formar una pasta espesa que se unta en capas sobre la carne y se deja marinar durante horas, aportando un sabor especiado y un característico color rojizo. Además de deleitar el paladar, los tacos al pastor ofrecen un sorprendente valor nutricional: son fuente de proteínas de alta calidad, carbohidratos y micronutrientes como vitaminas C, A y K, calcio y fósforo. Con un aporte moderado de calorías (180 a 220 kcal por taco) y bajo en grasas, este platillo emblemático puede disfrutarse como parte de una alimentación equilibrada.
