
El 24 de febrero de 2025, Erik Gieser se declaró culpable de dos delitos graves por violación de una orden de protección y un cargo de agresión con violencia familiar con una condena previa. Como resultado de su declaración, fue sentenciado a siete años de prisión, siendo el máximo en este caso de diez años. El 30 de noviembre de 2024, oficiales de policía de Bryan acudieron a un llamado por violencia doméstica en San Jacinto Lane, donde encontraron a la víctima herida y angustiada, con un ojo hinchado, labios rotos y abrasiones en la cabeza. La víctima informó que el acusado, tras haber estado bebiendo todo el día, la atacó golpeándola y arrojándola al suelo. En el momento del asalto, la víctima tenía una orden de protección activa fuera del estado contra el acusado. Durante la investigación, Gieser continuó acosándola con múltiples llamadas y mensajes amenazantes, hostigadores y racistas. Además, tiene antecedentes de violencia familiar, incluidas otras violaciones a las condiciones de su fianza y órdenes de protección.
